La Navidad es una fiesta
de paternidad, amor y paz.
Son tres palabras hermosas
que las usamos muy mal.
Yo me canso de buscarlas
y no las puedo hallar,
dime Tú Señor donde están.
Señor, levanta el bastón de mando
o llévanos de la mano por el camino
que nos haga menos daño.
Yo sé que la Navidad
es fiesta de igualdad,
y en todos los lugares
se puede celebrar.
Pero mientras a unos pueblos
les sobra de todo,
a otros sólo les queda
hambre, frío y enfermedad.
¿Por qué Señor esto está tan mal repartido
y la peor parte siempre les toca a los niños?
¿Por qué Señor, si los niños son tus amigos?
Tú que siempre dices:
"Dejad que los niños se acerquen a mí"
Y yo ahora te digo
perdón Señor si es que te ofendí
pero en esta Navidad me he sentido así.
Sentí alegría por los nacimientos
y pena por los que se fueron.
Y pido amor y paz
para el mundo entero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario