Buscar este blog

sábado, 14 de abril de 2007

La casualidad

Un día doce nos enamoramos.
Un día doce nos casamos.
Un día doce hicimos las bodas de oro.
Y un día doce tú me dijiste adiós.
Te fuiste a ese viaje
del que nunca se vuelve.
Vivimos juntos un montón de años,
construimos nuestro nido,
un nido que nunca estuvo frío.
Lo hicimos con cariño
y con mucho amor,
y sobre todo respeto.
Ahora ese nido está vacío,
sólo hay pena y dolor.
Tengo que aprender
a vivir de nuevo,
espero poder hacerlo
con la ayuda de Dios
y tu recuerdo.
Hay una leyenda que dice
que el tiempo todo lo cura,
pero eso es imposible.
Pero hay que ser fuerte
y tirar para adelante
aunque te cueste,
porque olvidar no puedes.
Estas son las cosas que te quedan
grabadas en la cabeza
para toda la vida,
por muy larga que sea.

No hay comentarios: